Reiki es una práctica espiritual de curación. Nuestros cuerpos tienen Qi o Ki, que es la fuerza vital que fluye a través de nuestros cuerpos. Nuestra energía vital nos mantiene alineados psíquica, mental, emocional y espiritualmente dentro y fuera de nosotros mismos. Qi/Ki tiene que fluir libremente en nuestros cuerpos y emanar hacia afuera para que estemos en un estado saludable.
En Reiki, un practicante de Reiki usa sus manos para enviar y transmitir la fuerza vital universal a aquellas personas, lugares y cosas que necesitan equilibrio y alineación de energía para recuperar o mantener un estado saludable. Es similar a otras prácticas curativas como la imposición de manos y la curación paranica que utiliza las manos y la energía vital para sanar a otros. Reiki también se usa cuando el Qi/Ki de una persona es bajo, lo que hace que sienta estrés, tensión y enfermedad tanto mental, física como espiritual. Cuando el Qi/Ki está equilibrado y fluye en un nivel óptimo alto, uno se encontrará en un estado de equilibrio saludable y feliz. Esto significa que uno está sano y feliz física, emocional, mental y espiritualmente, que es el propósito del Reiki.
Reiki se considera tanto una práctica médica alternativa como una práctica de curación espiritual. A través de las manos del practicante, tanto la energía curativa como las vibraciones se transmiten al receptor para facilitar el equilibrio y la armonía en esa persona. Se realiza eliminando cualquier energía negativa o bloqueos que impidan el flujo saludable de Qi/Ki tanto interna como externamente en la persona que recibe el tratamiento de Reiki. Cuando se administra Reiki a una persona, trata el campo biológico de la persona conocido como su aura, así como el cuerpo físico, para devolverle a la persona un estado de equilibrio tanto hacia adentro como hacia afuera. Cuando el receptor de una sesión de Reiki está en un estado relajado, es cuando la mente y el cuerpo permiten que la energía curativa se realinee y regrese a un estado saludable y equilibrado. Algunas personas que se someten a tratamientos de Reiki notan un cambio después de una sesión; otros pueden necesitar una serie para sentir un cambio en su estado tanto mental, físico, espiritual y emocional.
Reiki se considera una forma curativa natural. Genera la Fuerza Vital Universal que una persona ya tiene dentro de sí misma para oficiar la curación y el equilibrio dentro y alrededor de la persona. El practicante de Reiki hace esto colocando sus manos directamente sobre o encima de la persona que recibe la sesión de curación. Esto se hace para facilitar la transferencia de la energía universal curativa del practicante de Reiki al que recibe el tratamiento. Reiki estimula la propia energía curativa del receptor para que pueda sanar mientras se transfiere la fuerza vital universal para estimularlo.
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