Siempre es necesario realizar ajustes ya que nuestro entorno cambia constantemente. Por lo tanto, afecta tanto los aspectos emocionales como físicos de la persona creando sentimientos ya sea negativos o positivos. Esto puede resultar en estrés.
El estrés forma parte de la vida cotidiana desde tiempos inmemoriales. Pero si una influencia es positiva, el estrés puede motivar a una persona a una acción que resulta en una nueva conciencia y una nueva perspectiva estimulante. Pero si la influencia es negativa, el estrés puede generar sentimientos de rechazo, desconfianza, depresión e ira. A cambio, se pueden desarrollar problemas de salud como malestar estomacal, dolores de cabeza, insomnio, erupciones cutáneas, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, úlceras y presión arterial alta. Las personas pueden experimentar estrés durante un ascenso laboral, una nueva relación, el nacimiento de un hijo o la muerte de una persona cercana a ellos.
El estrés puede obstaculizar o ayudar a las personas dependiendo de sus reacciones ante las circunstancias de la vida. No importa si todas son tensiones positivas, ya que añade emoción y anticipación a la vida. Pero de alguna manera las competencias, los plazos, las frustraciones, las penas y las confrontaciones también añaden enriquecimiento y profundidad a la vida.
No es necesario deshacerse del estrés. Todo lo que necesita hacer es administrarlo de manera que pueda brindarle beneficios. Recuerde que la falta de estrés puede actuar como depresor y hacer que se sienta abatido o aburrido. Mientras que el estrés excesivo te permite sentirte abastecido.
Para evitar la acumulación de estrés, puedes probar la meditación. Además de ser genial, puedes obtener un efecto calmante inmediato independientemente de tu postura de meditación. De esta manera, puede reducir su estrés.
1. Practicar tu respiración es el primer proceso que debes aprender. Si observas que el estrés empieza a molestarte, basta con hacer un par de respiraciones ligeras. Concéntrese en la calidad de su respiración. Asegúrate de que esté ligero y quieto. Luego, lentamente, respire más profundamente.
2. El siguiente paso es equilibrar la postura y nivelarla, con la cabeza hacia arriba y la espalda recta. La mayoría de las personas estresadas suelen adoptar una postura encorvada mientras fruncen el ceño.
3. Aclara tus pensamientos. Empieza a imaginar que estás nadando en olas relajantes. Siente las ondas que fluyen en tu conciencia que te están quitando todo el estrés y la ansiedad. Asegúrate de que tu cuerpo reciba el flujo constante de las olas.
4. Reconozca su estrés y revise sus causas fundamentales. Este es un paso muy importante. Negar el estrés en el proceso de meditación no es bueno. Háblale claramente a tu mente que el estrés es cierto, pero que tienes la capacidad de manejarlo pensando con claridad y encontrando formas de lidiar con él y afrontarlo de inmediato.
5. Repita esta afirmación durante su proceso de meditación durante al menos diez minutos o más. Entonces toma el control total de tu estrés. Piensa en la persona que te causó tanto estrés y te hizo perder el control. Controla tu mente y elimina el estrés de ella.
6. Finalmente, concéntrate en la decisión de que tienes derecho a una mente libre y pacífica y que nadie puede decir ni hacer nada en contra de este derecho, mientras finalizas el proceso de meditación. Cada vez que necesites meditación, simplemente dicta esta decisión a tu mente.
Estos pasos pueden hacer algo para cambiar su perspectiva cada vez que el estrés lo perturba. Nunca tengas miedo de intentarlo, solo cree en los beneficios que al final te brindará.
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